PALACHINKE: 45 AÑOS DE TRADICIÓN FAMILIAR SUIZA
En el cruce de la Av. Benavides y la Calle Schell en Miraflores, la dulce memoria de los panqueques gigantes de la familia Monnier sigue vigente.
En el cruce de la Av. Benavides y la Calle Schell en Miraflores, la dulce memoria de los panqueques gigantes de la familia Monnier sigue vigente.
Escribe: Fiorella Gómez (@lafoodieperiodista)
Para muchos, los panqueques de Palachinke son un viaje de recuerdos hasta la más tierna infancia. En su icónico local de Miraflores, la misma receta familiar ha continuado preparándose desde su apertura y, este año, ese largo viaje de tradición celebra 45 años de historia. Conversamos con Marie y Louis Monnier para conocer más sobre este legado.
En 1979 Marc Monnier, un piloto suizo establecido en Perú, decidió traer a nuestra capital el sabor reconfortante de los panqueques de Europa Central. Aunque el origen de este dulce es greco-romano, el nombre del restaurante nace del sincretismo de varios idiomas provenientes de países balcánicos como Hungría, Croacia y Eslovenia, donde reciben el nombre de palacsinta y palačinke, respectivamente. Lo que diferencia a este tipo de panqueques de los clásicos estadounidenses o de los crepes franceses es que su masa es amplia y delgada (aunque más gruesa que la del crepe).
La forma tradicional de comerlos es con mermelada o manjar blanco y, luego, enrollados. Sin embargo, en la mesa Monnier ese concepto se amplifica y el relleno se transforma en abundante fruta acompañada de siropes, helados y nueces, por ejemplo. Para los menos dulceros también hay una amplia gama de versiones saladas, igual de contundentes. Todo se prepara al momento en una cocina abierta, donde parte de la experiencia es ver a los cocineros girar los enormes panqueques en el aire. De acuerdo a Marie Monnier, la hija e Marc, quien ahora dirige el negocio junto a su hermano Louis, en un buen día pueden hacer hasta 100 panqueques. Teniendo en cuenta que con dos de ellos puede comer una familia de cuatro personas.
La masa se prepara al día, si es necesario, se realizan dos tandas de masa para que la frescura esté asegurada. “Mantenemos la misma receta desde el día en que abrimos, lo que ha cambiado con el pasar del tiempo es que hemos incluido nuevos toppings. Pero la base sigue siendo la misma”, explica Marie. Uno de los retos más grandes para Palachinke fue la expansión a su segundo local en Surco, pues implicaba tener un mayor control para que la experiencia siga siendo la misma. La estética es clave: un ambiente acogedor, hogareño y cálido, como una pequeña cabaña en Suiza. “Hay familias que vuelven y nos visitan generación tras generación. Vienen los padres con los hijos, los abuelos con los nietos, gente que regresa para recordar”, acotan Louis Monnier y Mireya Padilla, su esposa. La clave del éxito de este restaurante familiar es la larga tradición de un bocadillo sencillo que ha sabido rodearse de experiencias gratas para las familias peruanas. Sus panqueques son un punto de visita recurrente cuando se trata de celebraciones o reuniones familiares. Más que solo comida, se convierten en un pasaje directo a los mejores recuerdos. Marie y Louis quieren continuar con la tradición que dejó su padre, expandirse, pero no masivamente. “Nos han ofrecido franquiciar, llegar incluso a otros países, pero es difícil mantener la misma calidad. Por ahora estamos bien con nuestros dos locales, queremos seguir creciendo y ofreciendo una buena experiencia”, puntualiza Marie.
Abren de domingo a jueves en el horario de 13:00 a 22:00 horas y los viernes, sábados y feriados hasta las 23:00 horas. Están en Caminos del Inca 467, Surco; y el original en la esquina de Schell 120, Miraflores. Es preferible llamar para hacer una reserva: 220-6150 / 998 320 873 (Surco) y 960 077 711 (Miraflores).
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