LA GENTE DE TLACOLULA
Pieza clave en los mercados del mundo es la gente: acá la de Tlacolula, a media hora de la ciudad de Oaxaca (México), uno de los más grandes a los que hemos ido.
Pieza clave en los mercados del mundo es la gente: acá la de Tlacolula, a media hora de la ciudad de Oaxaca (México), uno de los más grandes a los que hemos ido.
Uno de los pasillos principales del mercado de Tlacolula.
Texto y fotos Paola Miglio / Twitter: @paolamiglio / Instagram: @pmiglio
Pieza clave en los mercados del mundo es la gente. Ellos animan la compra, exponen sus mejores productos, negocian. Nosotros regateamos y admiramos su determinación. El mercados de Tlacolula, a media hora de la ciudad de Oaxaca (México), es uno de los más grandes a los que hemos ido. Todos los domingos llegan vendedores desde los pueblos más cercanos a ofrecer sus productos. Acá se vende lo auténtico y tras esa pista fuimos. En esta entrega están quienes más nos impresionaron.
Niña no suelta su agua fresca.
Vendedor de ajos y cebollas en la puerta del mercado Tlacolula.
Joven prepara tlayudas, una suerte de pizza hecha en tortilla de maíz y rellena de carne, salsas y queso de Oaxaca o quesillo.
Cantores en la zona de las flores animan un puesto de aguas frescas.
EL DATO: ¿DÓNDE DORMIR EN OAXACA?
Hostal La Noria (www.lanoria.com.mx). Se encuentra a dos cuadras de la plaza principal de la ciudad de Oaxaca (a siete horas de DF en auto) y ha sido levantado en una antigua casona de principios del siglo pasado. Su patio central es amplio y los anima una hermosa pileta rellena de aquel cáctus que conocemos con el nombre de rosa de Tarma. Sus habitaciones, de techos altos y bastante grandes, guardan tesoros de colección: como roperos tallados con apliques de láminas de latón o impresionantes cabeceras labradas. Si van y no les toca ninguno en sus habitaciones, pidan que se los muestren (vale la pena). En La Noria el servicio es impecable y van a viajar en el tiempo. Luego, al salir a la calle, podrán disfrutar de esa sensación de pueblo tranquilo que tanto necesitamos de vez en cuando quienes vivimos en la ciudad.
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