HIKARI: TRAS LA PISTA DEL LOMO SALTADO
Nos mandaron a una pollería para probar su lomo saltado y salimos amando sus riñones a la parrilla.
Nos mandaron a una pollería para probar su lomo saltado y salimos amando sus riñones a la parrilla.
Nos mandaron a una pollería para probar su lomo saltado y salimos amando sus riñones a la parrilla.
Hikari es una pollería que ya tienen varios años posicionada en la plaza limeña. Sus pollos a la brasa son grandes, tiernos y jugosos, y destacan en sazón entre la oferta sosa que a veces suele dominar el mercado. Pero lo que realmente nos atrajo fue su lomo saltado. Ya varios lo recomendaban como el mejor de Lima, y si bien esos absolutos de “lo mejor” y “lo peor” no van con nuestro estilo, decidimos explorar porque, al menos, feo no iba a estar. Llegamos para el almuerzo al local de San Miguel. En la puerta se comenzaba a forma una cola alborotada (si van antes de la una, no la sufren). Luego de pasar la valla de la recepcionista (un poco descortés) nos acomodamos en una mesa y la atención cambió. Fueron encantadores, amables y a pesar de que el lugar estaba lleno (es familiar, cómodo y algo bullanguero), bastante rápidos.
Pedimos un cuarto de pollo con papas y ensalada, el pollo bueno, como ya anotamos, la ensalada cumplidora, pero las papas fueron desastre: tamaño jumbo y desiguales, algunas más cocidas que otras, nada crocantes. Luego el lomo saltado. Es sabroso y casero, lamentablemente, para asegurarse tienen que pedir el de lomo fino, porque con el de carne normalita corren el riesgo de que les toque duro (nos pasó). El arroz estaba suave y graneado, y las papas, bueno, ya saben. Para cerrar, los riñones al vino sazonados con una suerte de chimichurri, delicados y amables, fueron la sorpresa del almuerzo. Y las mollejas a la parrilla, crocantes y ricas, pero un tanto pasadas de sal, (es algo que se puede resolver fácil). Lo que quedó, lo pedimos para llevar.
Sí, Hikari prepara un buen lomo saltado, aunque haya cosas aún por afinar. Pero lo mejor es que brinda un servicio completo, una carta amplia que rompe con la etiqueta de “solo pollería”. Nos gustó también que proponga varios tipos de ensalada, clásicos limeños como tallarines al pesto con carne y esas sopas que sirven para calentar el alma durante el frío invierno: criolla, dieta de pollo, sustancia y soba (receta oriental con fideos, pollo, pescado, cerdo y huevo). Para los almuerzos, hay generosos menús en los que se respetan las recetas originales de los platos a la carta, y eso da para volver varias veces más.
HIKARI. Hay locales en La Molina, San Juan de Lurigancho, Rímac, Pro, Izaguirre y San Miguel / Horario: domingo a jueves de 12:30 a 23:30 y viernes y sábado de 12:30 a 00:30 horas / www.hikari.com.pe
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