Tras varios años en crisis, el movimiento gastronómico en Venezuela va tomando nuevas fuerzas de la mano de cocineros, productores, investigadores y público en general, que han dado un paso al frente para retomar la antorcha.
Texto y fotos Rubén Darío Rojas (IG @elfogoncreativo) / Foto portada Kilometro Venezuela
Tras varios años en que la crisis social, económica y política lo afectaron gravemente, poco a poco el movimiento gastronómico en Venezuela va tomando nuevas fuerzas de la mano de cocineros, productores, investigadores y público en general, que han dado un paso al frente para retomar la antorcha.
El 2024 comenzó con Gastromanía Oriente Sur, evento que durante tres días de actividades reunió en el estado de Monagas a más de 3.000 personas. Ahora le tocó el turno a Caracas con Kilómetro Venezuela, que combinó a lo largo de dos jornadas exposiciones, degustaciones, catas y actividades formativas e informativas sobre productos y productores nacionales. Gastronomía, producto y sostenibilidad son los tres pilares sobre los que se sustenta este proyecto liderado por Iván García, joven cocinero venezolano interesado en esa ecuación que dio como resultado este primer evento.
“Este festival quiere acercar a la gente a productos locales venezolanos, a cocineros, a cultores hacedores de país que seguimos en Venezuela apostando por generar un espacio de identidad, de encuentro y de colaboración, donde la gastronomía venezolana se vea impactada positivamente”, señala Iván.
Más de 45 productores de cacao, un salón de exposición de cerámica venezolana, librería especializada y las escuelas de cocina Adelis Sisiruca, de Barquisimeto, Instituto Mariano Moreno e Instituto Culinario de Caracas dijeron presente durante el festival.
Los organizadores contabilizaron la asistencia de más de 5.000 personas, 70 productores artesanales venezolanos y 25 conferencistas, entre los que estaban la chef Leonor Espinosa, la sommelier Laura Hernández y la periodista Margarita Bernal, las tres colombianas.
Juan Montemayor estuvo presente con las pastas de ají, una paleta donde el picor sustituye los colores para añadir una pincelada extra de sabor a cada plato de nuestra gastronomía. El ají es uno de los hilos conductores de la cocina venezolana, tanto en su versión dulce como picante es parte de la herencia prehispánica de nuestros sabores.
Juan Montemayor, arquitecto de profesión, descubrió el ají ancestral y se dedicó apasionadamente a su estudio y a la elaboración de pastas que están pensadas para facilitar el uso del producto. “No contienen ni preservantes ni estabilizantes”, indica el productor de Maestro Ajicero. Por ello no necesitan ser refrigeradas antes de ser abiertas, pero deben mantenerse alejadas de fuentes de calor o de la luz directa, y hay que respetar la fecha de vencimiento del producto.
Gastronomía 360 es un programa de la Asociación Civil Trabajo y Persona en el que participan mujeres en situación de vulnerabilidad para recibir formación en el área gastronómica. En esta oportunidad se ha ejecutado en alianza con la Arquidiócesis de Caracas, la Universidad Monteavila, el restaurante Moreno y la Cámara de Comercio Venezolano-Italiana (Cavenit).
La Asociación Civil Trabajo y Persona desarrolla desde 2009 proyectos socio-educativos orientados a promover el trabajo en Venezuela, y desde 2018 ha implementado programas que combinan la formación en emprendimiento gastronómico a madres de niños en riesgo de desnutrición, con la incidencia en la mejoría de la alimentación de sus hijos y los niños de sus comunidades.
Muchas de las egresadas de este programa estaban presentes entre los expositores ofreciendo una variedad de productos con marcas propias.
Amazonas Originaria es una unidad de producción familiar dirigida por Kenia Martínez, de la etnia Baré. Relacionada con varias comunidades indígenas, viajó desde Puerto Ayacucho, en el estado Amazonas, para ofrecer productos y materias primas recolectados en la selva.
Señalan que una de las principales dificultades que tienen para lograr la presencia permanente de esta despensa en la capital es la logística para su traslado, en la que están concentrados en la actualidad.
Cacao, copoazú y mañoco (harina que se extrae de la raíz tostada de la yuca) son algunos de los productos que hasta ahora ofrecen solo por pedido, pero ya han iniciado conversaciones con Cacao de Origen (organización fundada por la promotora chocolatera María Fernanda Di Giacobbe) para tener sus productos en existencia en la tienda que tienen en los espacios de Hacienda La Trinidad, en Caracas.
Señala Iván García, chef de El Bosque Bistró en Caracas, que en lo que resta del año continuarán visitando las regiones y reconociendo ingredientes y productos de la variedad de ecosistemas existentes en el país. También seguirán haciendo eventos como este, al menos una vez al año, que “nos permitan encontrarnos como cocineros, como venezolanos en torno a la mesa y en este tipo de festivales que nutren la escena gastronómica venezolana”, afirma el chef, que comparte un reto: “A largo plazo, poder posicionar nuestro país en América Latina y en el mundo como un destino gastronómico con mucho que ofrecer, con una biodiversidad, con una territorialidad, con unos biomas muy enriquecidos que permiten a cualquier persona tener una experiencia gastronómica de primer nivel”.
En la nueva tienda la biodiversidad se ofrece fresca, del campo a la mesa. El resto de ferias se mantiene los fines de semana.
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