LA NACIONAL: CUATRO RECIÉN LLEGADOS + BONUS TRACK
El restaurante presenta lo nuevo de su remozada carta. Así, pone énfasis a la variedad tras la apertura del nuevo local en Centro Cívico, en Lima.
El restaurante presenta lo nuevo de su remozada carta. Así, pone énfasis a la variedad tras la apertura del nuevo local en Centro Cívico, en Lima.
Fotos La Nacional Difusión.
Escribe Eduardo Salas (Twitter @he_duardo)
El restaurante del simpático Húsar de Junín presenta lo nuevo de su remozada carta. Así, pone énfasis a la variedad tras la apertura del nuevo local en Centro Cívico, en Lima.
Hace cuatro meses La Nacional mantiene su apuesta por el público del Centro Cívico, en Lima, el mismo que les ha sabido retribuir la confianza de manera casi inmediata, convirtiéndolo en uno de los lugares más concurridos, y demostrando que la descentralización, al menos en cuestión de restaurantes, sí funciona. Su nueva carta se encarga de rendirle tributo de forma adecuada: mezcla el estilo que ha caracterizado su cocina con platos que seduzcan a una mayor cantidad de comensales. Por ejemplo, hay como novedad una sección dedicada a sánguches.
En La Nacional el término comfort no se utiliza solo como una definición para la comida, lo encontramos también en el mobiliario y adecuado manejo de espacios: es un restaurante de medianas dimensiones, poseedor de un ambiente cálido y acogedor. Lo primero que pedimos, y que forma parte de las novedades, son unas croquetas de jamón del país. Con muy buena pinta, de exterior dorado y abundante queso. Aquí una observación: la cantidad de jamón del país que traen nos pareció poca, pero eso no quita el buen sabor y la salsa que las acompaña y que les va bastante bien, pero un nombre que se ajusta más a la realidad sería “croquetas de queso”.
Mientras esperábamos el segundo tiempo, que era un tiradito, aprovechamos para conversar con John Juárez a quien encontramos haciendo unas pruebas para el Mixology Challenge (2016) de Premium Brands y nos lanzó un gin tonic servido en copa, con hielos compactos (puntazo) y pepino. El tiradito vino a nuestra mesa en un curioso menaje que hacía énfasis en el insumo principal: la carne de pescado. Elaborado a base de ají amarillo tiene camote sancochado y también en hilo frito, y una salsa chalaquita que les permitirá ensayar distintas combinaciones de sabores a medida que avanzan con el plato.
De fondo, arroz chaufa blanco con salmón crujiente y lomo en salsa de hongos de Porcón. El primero de sabores suaves, rico y bien servido. Lleva quinua tostada que revienta al masticar. El segundo es intenso, fuerte. Lo primero que llama la atención es el tamaño de la proteína, son 220 gramos de suave carne de res cocida de tal manera que se conserva jugosa y mantiene su sabor. Debajo encontramos espinacas y puré. El plato también viene acompañado de un cocote relleno de puré con un chorro de aceite de oliva y aromatizado con orégano. Es toda una experiencia que va más allá de su sencillez.
Bonus track: perucho toast, su versión de las tostadas francesas, consta de una tostada de chancay a la francesa en salsa de algarrobina acompañada de helado de manjar. Buenazas. Algo que nos extrañó fue el tiempo de atención, esta vez nos tocó esperar. ¿Volveríamos? Sí, pues la comida es buena y la carta totalmente entendible, manejan una cocina sin complicaciones, con sabores diferenciados y definidos. Cuentan con un bar que también tiene lo suyo. Su chef Miguel Hernández, sabe lo que hace. Para más informes y reservas pueden consultar nuestra Guía del Buen Gourmet.
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