EL HELADO QUE FALTABA
Dicen que tanto va el cántaro al agua que al final se revienta. Así que después de tanto pedido, fuimos a Speciale a probar.
Dicen que tanto va el cántaro al agua que al final se revienta. Así que después de tanto pedido, fuimos a Speciale a probar.
Escribe Paola Miglio (@paolamiglio)
Dicen que tanto va el cántaro al agua que al final se revienta. Así que después de 20 pedidos por no haber incluido a Speciale en la cata, fuimos hasta Magdalena para probarlos. Acá el resultado.
La omisión no fue voluntaria: a veces te olvidas. Así que creímos justo retomar la cata de helados artesanales y nos fuimos a Speciale, en magdalena del Mar, a probar la lúcuma, vainilla y chocolate. La vainilla pasó sin pena ni gloria, sabor casi imperceptible, cero señales de vaina natural (son esos puntitos negros que se ven en las vainillas artesanales) y bastante ligoso. El helado de lúcuma sí tenía pedacitos de fruta, a pesar de estar también un poco elástico, estaba más sabroso y con el dulzor adecuado. El de chocolate ganó la contienda: se derritió más rápidamente que los otros dos, estaba más cremoso, menos ligoso e intenso de sabor, fue casi como comer un mousse. Nos gustó. Para no quedarnos con las ganas, como alguien nos habló de la chirimoya, pedimos un conito: nada speciale. Lo siento. Seguimos prefiriendo su chocolate. En Jr. Libertad 1231 Magdalena del Mar / Un vasito pequeño S/. 5.8 y el conito S/. 3.5. Solo efectivo.
BONUS TRACK
Y como una cosa trae a la otra, terminamos después en un espacio en Lince que no conocíamos: Ice Cream & Sorbets (Helados y Sorbetes Artesanales). Su vainilla débil, se parece bastante a la de los helados comerciales pero sin los rastros de grasa. La lúcuma suave, cremosa y con buen sabor a fruta. Y el chocolate bitter rico, pero no tan bitter como hubiésemos querido. Eso sí, tiene dos destacados: plátano con leche condensada y mantequilla de maní con chocolate. Fácil se dan su vuelta. En Av. Brigadier Mateo Pumacahua 2700, Lince / Cono con una bola S/. 6. Solo efectivo.
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