Mañana, 18 de junio, es el Día de la Gastronomía Sostenible y conversamos con el Ministro de Relaciones Exteriores, Gustavo Meza Cuadra, sobre su significado.
Escribe Paola Miglio (paola.miglio) / Foto Markus Spiske
La idea surge en la Misión del Perú ante las Naciones Unidas como una forma de visibilizar el rol catalizador de la cultura y de la diversidad cultural para el desarrollo sostenible. Perú promueve estos temas desde hace muchos años en la ONU y por medio de la Cancillería se consultó a los ministerios competentes en ese entonces (2017), en particular Cultura y Agricultura. Todos se mostraron a favor. En ese entonces (2017), conversamos con Gustavo Meza Cuadra, hoy exRepresentante Permanente del Perú ante las Naciones Unidas y actual Ministro de Relaciones Exteriores, quien nos dio luces acerca de la importancia de fomentar la gastronomía sostenible a este nivel.
En un contexto en el que hay “días para todo”, ¿Por qué cree que se acepta tan fácilmente la creación de este día? ¿Necesitamos un día más? Es una buena idea. La comunidad internacional se encuentra abocada a la implementación de la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible, adoptada por los jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo en 2015. Esto implica el logro de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y las 169 metas asociadas a ellos, que en síntesis buscan erradicar la pobreza en todas sus formas y asegurar la prosperidad y sostenibilidad del planeta para 2030. Se requiere la participación de todos: sector público, sector privado, ciudadanos. La celebración del Día de la Gastronomía Sostenible nos permite tomar conciencia sobre cómo todos, por medio de nuestras prácticas alimenticias diarias, podemos contribuir a lograr esos objetivos.
La propuesta peruana fue aprobada por consenso y contó con el expreso patrocinio de 45 países, entre ellos prácticamente todos los que tienen tradiciones gastronómicas importantes. Y es que el llamado boom de la gastronomía peruana es un buen ejemplo de cómo la industria gastronómica, que es esencialmente una industria cultural y creativa, puede contribuir a un crecimiento económico inclusivo, con responsabilidad social y ambiental, que promueva, pero también salvaguarde nuestros recursos culturales y naturales. La difusión de la gastronomía peruana en el mundo permitió que, al hacerse la propuesta en las Naciones Unidas, representantes de otros países reconocieran ese valor y la conveniencia de replicar las buenas prácticas peruanas. El delegado de la Unión Europea, al apoyar la propuesta, expresamente reconoció la legitimidad del Perú para plantearla.
¿Cuál es el principal objetivo del Día de la Gastronomía Sostenible? Tomar conciencia de que nuestros patrones de consumo importan y, a partir de ello, comprometernos con el cambio. No es una idea necesariamente nueva. Las industrias gastronómicas en el mundo, lideradas por prestigiosos chefs, hace tiempo que vienen promoviendo un alineamiento de su oferta con el desarrollo sostenible. Esto implica visibilizar el rol que la gastronomía puede tener en campos que a simple vista podrían no parecer vinculados, como la lucha contra la pobreza y el hambre, el desarrollo agrícola, la salud pública, el empoderamiento de la mujer, el empleo y el emprendimiento, o la conservación y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y marinos, entre otros.
Por lo general, muchos de los días institucionalizados son solo un “saludo a la bandera”, ¿qué acciones concretas se piensa llevar a cabo para que con este no suceda lo mismo? A veces es importante saludar a la bandera. La bandera simboliza algo que importa, por lo que vale la pena luchar. Saludarla nos permite reflexionar sobre nuestro papel en esa lucha. En concreto, la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que establece el 18 de junio como el Día de la Gastronomía Sostenible nos invita a todos a celebrarlo. Esto incluye al sector público, al sector privado, la sociedad civil, los individuos y también al sistema de las Naciones Unidas. No se requiere mucha institucionalización para celebrar. Para el sector privado, evidentemente, representa una oportunidad de negocio, por lo que confiamos en que los restaurantes hagan suya la iniciativa y, a partir de ello, logremos mayor difusión y participación.
¿Cómo lograr que lo sostenible en gastronomía no sea solo una moda pasajera? Aprendiendo bien la lección. Repitiéndola constantemente. Incorporándola a nuestra vida diaria. Los desafíos que el desarrollo sostenible implica son permanentes, no pasajeros. Este día representa una oportunidad para recordarnos todos los años de que lo que comemos importa, para cada uno de nosotros y para nuestra comunidad en su conjunto. Es esencial ser constantes y consistentes.
La gastronomía es una actividad que atraviesa muchas disciplinas, es transversal a varios temas que hoy preocupan a la sociedad: nutrición, ambiente, agricultura…. ¿Cómo se piensa sensibilizar a la población sobre su contribución al desarrollo sostenible? A los peruanos nos encanta hablar de comida. Nuestras conversaciones suelen girar en torno a lo rica y variada que es nuestra cocina. Esta es una oportunidad para ir más allá y sensibilizarnos sobre los temas sustantivos que mencionas. Detrás de cada producto y cada plato hay una historia, un origen y una consecuencia. La idea es que cuando nos preparemos para comer “sosteniblemente”, y cuando nos sentemos a la mesa, podamos conversar y tomar conciencia sobre lo que eso significa y, a partir de eso, mejorar nuestros patrones de producción y consumo. Es mucho lo que podemos aprender de la gastronomía. Por ejemplo, que la carapulcra o el charqui, además de ser deliciosos, son expresión de saberes y técnicas ancestrales, asociadas a la seguridad alimentaria del hombre andino. O que la anchoveta es una fuente importante de proteínas y omega tres. O que, detrás del loche, el pallar, la quinua o las numerosísimas variedades de papa con las que el Perú ha contribuido con la seguridad alimentaria del mundo, hubo y hay siempre mujeres peruanas seleccionando las semillas, adquiriendo y transmitiendo conocimientos y recetas para mejorar la alimentación y el bienestar de sus familias y comunidades.
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