
MARA VIVANCO: VISIBILIZAR SABERES DESDE LA SUMILLERÍA
La sumillería reúne todo lo que a esta socióloga le apasiona: historia, servicio, técnica y sabor. Por eso su mirada conecta ambas profesiones.
La sumillería reúne todo lo que a esta socióloga le apasiona: historia, servicio, técnica y sabor. Por eso su mirada conecta ambas profesiones.
Escribe Soledad Marroquín (IG @sol_marroquin)
Mara Vivanco es socióloga de formación y sommelier por vocación. Estudió en la PUCP y, con 26 años fue admitida a un doctorado en Estados Unidos en Sociología Rural, especializándose en Agricultura Internacional. A lo largo de su trayectoria ha sido auditora, consultora, docente y gerente. Su interés siempre giró en torno a las dinámicas rurales y la soberanía alimentaria, especialmente en los Andes. Estudió el auge de productos como la quinua y la maca, y cómo algunos de estos “alimentos perdidos” alcanzaron reconocimiento global, mientras otros siguen invisibilizados. Esta inquietud fue el germen de su vínculo posterior con la gastronomía.
Mientras vivía en el extranjero, Mara analizó críticamente el boom gastronómico peruano. Se preguntaba si nuestras narrativas culinarias estaban realmente conectadas con el territorio y con quienes resguardan sus saberes. Fascinada por el poder comunicativo del sommelier, decidió profesionalizarse en sumillería en Madrid, guiada por su tío, el promotor del pisco Emilio Vivanco. Allí descubrió un enfoque distinto, con apertura hacia los vinos del Nuevo Mundo. Para ella, ser sommelier es conjugar historia, técnica y sensibilidad, y encontrar sentido en narrar el sabor desde una mirada informada y emocional a la vez.
Mara encuentra profundas conexiones entre sociología y sumillería. Cree que la mirada crítica de las ciencias sociales permite comprender mejor los sistemas alimentarios y sus transiciones. Un ejemplo es la historia de la quinua: celebrada afuera, pero mal gestionada adentro. Lo mismo podría repetirse con otras bebidas como el pisco, el vino o incluso fermentos andinos como el de oca. Justamente, fue testigo de la transformación de este tubérculo en una bebida con perfil enológico, gracias al trabajo de Manuel Choqque. Para ella, la sumillería peruana tiene el potencial de visibilizar estos saberes, de la mano de productores e investigadores.
Hoy, Mara dicta cursos en la PUCP y forma parte activa del comité de educación de ALIPS (Alianza Peruana de Sommeliers). No ha ejercido en sala, pero observa con atención el trabajo de sus colegas sommeliers y busca fortalecer la formación con pensamiento crítico. También fundó Quiero Postular, una plataforma que asesora a profesionales para acceder a estudios en el extranjero. Insiste en que la narrativa gastronómica debe estar bien sustentada, más allá del marketing o el romanticismo. Su objetivo es ayudar a chefs, bartenders y marcas a comunicar de forma clara, con fondo y forma, aquello que define la identidad culinaria del Perú.
Hacia el 2030, se proyecta liderando un equipo interdisciplinario dedicado a narrativa gastronómica. Desea publicar sobre los vínculos entre saberes, sabores y territorios, y seguir educando a nuevas generaciones de cocineros desde un enfoque integrador. Ya ha dado charlas en regiones como Apurímac, donde conecta su historia personal con su propósito profesional. Cree firmemente que la cocina peruana se construye desde todos los rincones del país, y que todos tenemos algo valioso que contar. Su propuesta es clara: comunicar con raíz, con respeto y con conocimiento, reconociendo el poder transformador de la gastronomía como expresión cultural y política.
Words Soledad Marroquín (IG @sol_marroquin)
Mara Vivanco is a sociologist by training and a sommelier by vocation. She studied at PUCP and, at age 26, was accepted into a PhD program in the United States in Rural Sociology, specializing in International Agriculture. Throughout her career, she has worked as an auditor, consultant, teacher, and manager. Her interests have always revolved around rural dynamics and food sovereignty, especially in the Andes. She studied the rise of products like quinoa and maca, and how some of these “lost foods” gained global recognition, while others remain invisible. This concern was the seed of her later connection with gastronomy.
While living abroad, Mara critically analyzed the Peruvian gastronomic boom. She questioned whether our culinary narratives were truly connected to the land and to those who preserve its knowledge. Fascinated by the communicative power of the sommelier, she decided to train professionally in Madrid, guided by her uncle, pisco advocate Emilio Vivanco. There she discovered a different approach—one open to New World wines. For her, being a sommelier means combining history, technique, and sensitivity, and finding meaning in narrating flavor with both an informed and emotional perspective.
Mara sees deep connections between sociology and sommellerie. She believes that the critical lens of the social sciences helps us better understand food systems and their transformations. A clear example is the story of quinoa: celebrated abroad but poorly managed at home. The same could happen with other beverages, such as pisco, wine, or even Andean ferments like oca. She witnessed this tuber’s transformation into a drink with oenological character, thanks to the work of Manuel Choqque. For her, Peruvian sommellerie has the potential to make this type of knowledge visible, working hand in hand with producers and researchers.
Today, Mara teaches courses at PUCP and is an active member of the ALIPS (Peruvian Alliance of Sommeliers) education committee. Though she hasn’t worked in restaurant service, she closely observes the work of fellow sommeliers and seeks to strengthen her training through critical thinking. She also founded Quiero Postular, a platform that helps professionals apply for international academic opportunities. She insists that gastronomic storytelling must be well-grounded, beyond marketing or romanticism. Her goal is to help chefs, bartenders, and brands communicate clearly, with both substance and style, what defines Peru’s culinary identity.
By 2030, she envisions leading an interdisciplinary team focused on gastronomic storytelling. She hopes to publish work on the links between knowledge, flavor, and territory, and to continue educating new generations of cooks from an integrative perspective. She has already given talks in regions such as Apurímac, where she connects her personal history to her professional mission. She firmly believes that Peruvian cuisine is built from all corners of the country, and that everyone has something valuable to share. Her message is clear: to communicate with roots, with respect, and with knowledge, acknowledging gastronomy’s transformative power as both a cultural and political expression.
La lista podría ser interminable, pero acá dejamos una selección curada, con onda, respeto por el producto y sabor de verdad.
Leer másEl chef ejecutivo del JW Marriott El Convento Cusco nos comparte cinco lugares para visitar en el mercado cusqueño.
Leer másNos reunimos con la periodista creadora de la plataforma Food & Travel Hong Kong para que nos compartiera cinco imperdibles en esta región de China.
Leer más