Escribe Redacción El Trinche (IG @eltrinche.com)

Doña Elia García, su esposo César Reátegui y sus hijos Cindy y Emil han ido más allá del restaurante propio. La Patarashca, que cumplió 30 años en 2023 y es un ícono de sabor y buen hacer de la comida de San Martín, apostó por la renovación de su comedor, bar y tienda, pero en el camino creció su hospedaje, que entre orquídeas y bromelias promete descanso apacible y justa comodidad.

En el centro de la ciudad de Tarapoto, La Patarashca se extiende como restaurante, heladería, café, tienda de delicadezas y hospedaje. El sueño de la familia ha crecido y con él se ha generado un espacio cómodo y casero en medio de la capital de la región San Martín. Donde ahora hay edificios y tránsito de ciudad, reposa un pequeño oasis con frondoso jardín y habitaciones rústicas que parecen sacadas de un libro de cuentos de niños. Esa casita en los árboles que siempre quisimos, pero bien organizada, con la comodidad justa que apunta a crecer y generar mayores posibilidades.

Las habitaciones son correctas y limpias, con baño incluido y la mayoría con pequeñas terrazas que invitan al remoloneo, entregarse a una buena lectura o a la conversa larga lejos del calor del día, cuando la brisa cae sutil. Si tienen el sueño frágil, elijan las que están lejos del comedor y, si son a prueba de todo, pues no se cohíban que los arrullará el rumor de las risas o la música del fin de semana. Las áreas comunes son la debilidad de muchos: amplios sillones, mullidos y generadores de descanso luego del trajín del día. Se acomodan en los espacios que el jardín de doña Elia, mano santa para las plantas, no ha tomado. Burbujeante de flores, verdes en sus distintas tonalidades que rodean una piscina amplia y gozadora. Al lado, el bar, como para que la cerveza fresca se acerque en cada momento de calor intenso. Recuerden: es selva, pasar los 30 grados es común, pero la abundancia de vegetación suele calmar los achaques y la San Juan aplaca los sofocos.

El comedor prepara un desayuno con fruta fresca y otras gollerías. Buen café, el de la zona, quesos, jamones y panes calentitos. El almuerzo es una gozadera pues La Patarashca es la misma que anima el día con recetas de doña Elia puestas al día por Aldo Yaranga. Arroz chaufa regional infaltable, jamones de paiche, chorizo amazónico, patarashca, patacones… son solo algunos de los infaltables en la mesa. La oferta se amplia cuando pasan a la tienda que delicadamente ha armado Cindy, un lugar donde se encuentra lo mejor del arte y la artesanía de la región. Además, gourmeterías y productos naturales para el cuerpo y aliviar los males del espíritu. Suchiche, el café a pocos metros del hotel, es tremenda opción para sumergirse en pizzas y tartas de queso de la zona. En jugos de frutas exóticas y alguna que otra creatividad de Aldo. Lo interesante es cómo se ha logrado crear un espacio tan biodiverso en medio de la ciudad en donde todo está al alcance de la mano.

Con los cambios llega el movimiento, viajes y recorridos organizados para descubrir la zona y un espacio para conectarse con la espiritualidad. Iniciar el día con una sesión de yoga, dirigida por la mismísima Cindy Reátegui y otros especialistas en el segundo piso, sobre el jardín, es un lujo que los llenará de buena vibra. Luego de meditar y aprender a respirar correctamente para reconectar los chakras, tendrán la energía suficiente para emprender las expediciones que organiza el tour operador de La Patarashca a destinos como Chazuta, el Bosque Guardián en el área de conservación Cordillera Escalera, un recorrido por el Parque Nacional Río Abiseo o disfrutar alguna de las hermosas cataratas que abundan en esta parte de la selva alta.

LOS DATOS DE LA PATARASHCA

• Hay habitaciones hasta triples y todas cuentan con aire acondicionado y están protegidas con mosquiteros. Se recomienda no dejar la puerta o las ventanas abiertas. Incluyen amenities como jabón de cuerpo y shampoo.
• En recepción se venden productos artesanales extra de fabricación impecable elaborados con insumos de la zona para un extra confort. Incluso para sesiones de aromaterapia.
• El hotel ofrece planes turísticos que se pueden coordinar con el concierge para visitar los atractivos de la zona como cataratas, comunidades, ciudades cercanas como Lamas, fábricas de chocolate, entre otros. Además organizan traslados del aeropuerto al hotel.
• Se llega desde Lima en avión y el vuelo toma aproximadamente una hora. Hay varias frecuencias al día, pero recomendamos siempre las más tempraneras.
• La conexión con lo espiritual está bastante desarrollada gracias al servicio adicional de sesiones de yoga, que duran una hora, pero también opciones de armonización de chakras, masajes descontracturante o relajante, reflexoterapia y cuencos y biomagnetismo.
• Se organizan eventos culinarios constantemente donde llegan cocineras y cocineros de todo el Perú, así como bartenders, para realizar cenas especiales. Estén atentos a las programaciones.

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