Escribe: Redacción El Trinche (IG @eltrinchecom)

Rosa Moraes, educadora y comunicadora paulista, le preguntó a su querido amigo Armando Strozenberg, carioca, publicista y gourmand, sobre sus restaurantes favoritos en Rio de Janeiro, ahora que acaban de celebrarse los 50 Best Latam y que ya se anunció que la ceremonia el próximo año también será en esa ciudad brasileña. Esta es la lista sucinta y elegida con cuidado por el especialista. Nosotros nos sumamos con bonus track al final del texto.

Bar Urca. Fundado en 1939, es un bar ubicado al sur de Rio de Janeiro, en el malecón que rodea el Pan de Azúcar y con vista a las playas más hermosas. Es patrimonio cultural, histórico y turístico de la ciudad y sirven platillos marinos con una cerveza bien helada. 

Barsa. Cocina tradicional, como hecha en casa y apelando a la memoria gustativa familiar. Está en el mercado municipal Cadeg, rodeada de toda la frescura de estos espacios populares. 

Cantón. Un chifa saltó las fronteras del país y llegó hasta Rio de Janeiro. Este restaurante fundado por Marco Espinoza tiene en su carta los clásicos del encuentro de las cocinas peruana y china: arroces chaufa, pollo chijaukay, cerdo cru yoc y otros adaptados a la escena carioca, como el kamlu do mar. 

Casa do Sardo. “El verdadero sabor de la tradición milenaria de la Cerdeña” se ofrece en este restaurante abierto en 2012, dos años después de que Silvio Podda, su dueño, llegó a Brasil. 

Da Brambini. En la avenida Atlântica, desde 1991 este restaurante italiano comparte un poco de la cocina de la península en un ambiente cálido que transporta al comensal al bel paese. 

Elena. En poco tiempo de creado, uno de los espacios más populares de la ciudad ofrece una experiencia de cocina del sudeste asiático en los ambientes de esta mansión de dos pisos. El Gogo Bar, con coctelería clásica y creativa; el amplio comedor en un ambiente con mesas y sillones confortables y rodeados de vegetación, e incluso una terraza con vista al Cristo Redentor. 

Emile. El hotel Emiliano, en Copacabana, aloja al premiado en 2020 como el mejor restaurante francés de Rio de Janeiro por Veja Rio. 

Gajos D’Ouro. Este restaurante portugués llegó hace unos pocos años a Ipanema. Lo dirigen exempleados del Antiquarius, otro querido tradicional portugués que cerró sus puertas. 

Guimas. Su lema es “bistró carioca, cocina internacional y alma de taberna”. Abierto en 1981, tiene clásicos como el bacalao Wellington. 

Giuseppe Grill. Elegido 12 veces el mejor restaurante de carnes de Rio de Janeiro por los premios Rio Show de Gastronomía – O Globo. Aquí los cortes son variados y muy celebrados, lo mismo que sus vinos. 

Haru Ichiban. Considerado por Veja Rio y Rio Show como el mejor restaurante japonés de Rio de Janeiro, bajo la dirección culinaria de Menandro Rodrigues y con una selección de sushi, sashimi y omaskase. 

La Villa. Bistró francés en Botafogo, que tiene entre sus ‘signature dishes’ el boeuf bourguignon, coq au vin, escargots, magret de pato y más. 

Mäska. En Ipanema, el chef Pedro Coronha comparte una cocina afectiva de autor con un guiño asiático y también de otras cocinas del mundo (tiene un cebiche nikkei). El lugar es relajado, nada pretencioso y confortable. 

Malta. Los primos Sergio y Marcelo Malta son especialistas en cortes de carne, y por eso montaron este ‘beef club’. Además de carnes curadas, tienen una tentadora lista de hamburguesas que maridan con sus propias cervezas. 

Nido. El sabor de las regiones de Toscana, Venecia y Emilia-Romagna llegan a este restaurante italiano cuya cocina es liderada por el chef Rudy Bovo. Productos marinos al estilo mediterráneo. 

Nôa. Esta terraza está de moda en Ipanema. Sirven cocina mediterránea, enfocada en pastas artesanales, pescados y mariscos. 

Padella. Trattoria italiana en Botafogo, abrió en 2022 bajo la dirección de Nello Garaventa y Lara Atamian, también dueños de Grado. Su especialidad son las pastas artesanales e interiores. 

San. Un izakaya de cocina japonesa que respeta los orígenes pero inyecta un toque de modernidad. Insumos traídos de Japón y peces de todo Brasil. 

Salí. Este 2023, el chef Ricardo Lapeyre bautizó con este diminutivo salicornia, los “espárragos marítimos del Mediterráneo”, a su restaurante de cocina mediterránea contemporánea. 

Sud, o Pássaro Verde. Roberta Sudbrack cerró en 2017 su restaurante de fine dining y abrió este, en Jardim Botânico, más casual y libre de todo dogma. En este espacio cálido como el hogar mismo, la calidad, el contacto con los productores, la búsqueda de los mejores insumos, sigue presente. 

Teva. El chef Daniel Biron abrió en 2016 este restaurante bar que busca sembrar conciencia sobre el impacto de la comida en el mundo, por eso su propuesta se basa en vegetales. 

BONUS TRACK: SUGERENCIAS DE EL TRINCHE

Clan. Si un restaurante tiene como lema “¡No apagues mi fuego!”… ya nos podemos imaginar quién manda acá: la parrilla. En Clan, gran parte de su carta pasa por las brasas, con cocciones deliciosas en carnes y vegetales. Una de sus imperdibles es su aplaudida hamburguesa que llega en perfecta cocción, jugosa, sabrosa y de buen tamaño. No dejen de probar alguno de sus cortes de carne o las verduras asadas. Y su carta de cócteles y vinos no falla. Guarden este dato, lo agradecerán (Ana María Rivero).

Lasai. La cocina de Rafa Costa e Silva es una parada obligada de esta ciudad. En un restaurante donde solo atienden a 10 comensales, este cocinero y su equipo han convertido a Lasai en un referente. Acá los vegetales son los protagonistas (“Los vegetales son mejores que las joyas” es su lema) y cualquier otro ingrediente es sólo un acompañante (como pescados o carnes). Sus preparaciones son pequeñas joyas, que se transforman en esos bocados que se quieren repetir más de una vez. Un imperdible (Ana María Rivero).

Oteque. Alberto Landgraf desarrolla una cocina universal con especial atención en pescados y mariscos de la zona, como ostras y calamares, pero también carne kobe y caviar, por ejemplo. Esto se luce en su menú degustación de 11 pasos llenos de sabor e impecable técnica, además de tener un muy buen maridaje. El local tiene cocina abierta, está muy bien decorado, inmejorable acústica y genial playlist (Jimena Agois).

Cipriani. Siempre es una agradable sorpresa encontrar un menú tan bien estructurado, fresco y sabroso en un restaurante de hotel. Este es el del chef Nello Cassese en el Cipriani del Belmond Copacabana Palace, que termina con un muy bien ejecutado panetón y helado de vainilla maravillosos (El Trinche).

Café 18 do forte. Dicen que es el mejor desayuno de Río de Janeiro y nosotros le sumamos las burbujas porque domingo y porque sí. La vista es espectacular, pero hay que tener paciencia y hacer cola (El Trinche).

Boteco Rainha. Inspirado en las antiguas bodegas portuguesas, en Leblon, esteb oteco ofrece sabores de mar y chicharrones generosos, unos sobre arroces potentes que recuerdan un poco a nuestro seco. Al final, todo se conecta. Pidan la cremita de cachaza de coco y, sin querer queriendo, se van a bajar la botella entera. Deliciosas (El Trinche).

Gero. El restaurante del hotel Fasano es un italiano con buen producto y esmerada atención. Van a enconrtar todo fresco y además de estar de una ubicación privilegiada han sabido cómo sacarle provecho al espacio con una decoración pensada y exquisita (El Trinche).

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