¿DÓNDE NOS QUEDAMOS? GRAND HOTEL WAGNER: PALERMO CLÁSICO Y MODERNO
En un edificio neocolonial del sur de Italia de inicios de 1900 se instaló hace casi 20 años este hotel inspirado en el lujo de la Sicilia histórica.
En un edificio neocolonial del sur de Italia de inicios de 1900 se instaló hace casi 20 años este hotel inspirado en el lujo de la Sicilia histórica.
Escribe Catherine Contreras (IG @caty.contrerasr)
“Cuando llegues, mira hacia arriba”, recomiendan. Y el motivo es de película: uno de los imponentes candelabros que dieron marco al gran baile de Burt Lancaster y Claudia Cardinale en la cinta Il Gattopardo (1963) de Luchino Visconti, cuelga del techo del salón principal del Gran Hotel Wagner, en Palermo. Detalle valioso, sin duda, pero uno de tantos que nos hacen retroceder en el tiempo y empaparnos de una ciudad tan clásica, pero que se siente moderna y cosmopolita a la vez.
Es verano en la capital siciliana y un cielo celeste intenso juega a distraer nuestra mirada de las dos imponentes columnas de mármol que flanquean la puerta de ingreso del número 2 de la Via Riccardo Wagner. Instalado desde 2006 en lo que fue un gran inmueble de estilo neoclásico construido a inicios del siglo XX, cuenta la historia que el propio Richard Wagner vivió en esta misma zona, entre 1881 y 1882, cuando terminó de componer su ópera Parsifal.
Grand Hotel Wagner. Desde las columnas de mármol del ingreso hasta las molduras que decoran las paredes de cada habitación, un estilo clásico y elegante se impone.
Para los latinoamericanos hay algo bastante familiar que permite una rápida conexión con la gente del sur de Italia. Sus expresiones, su manera de llevar la vida, su calidez y hospitalidad. Se perciben desde que uno ingresa al Grand Hotel Wagner y tras subir las escaleras de ingreso se llega al lobby, donde una sonrisa asoma desde la discreta recepción toda enchapada de madera y mármol negro. Cómodos y amplios salones revestidos de piso a techo con madera y elegantes molduras, decorados con alfombras, jarrones, cuadros y muebles de época, invitan a pasar un rato y admirar cada ambiente antes de subir a la habitación. Hay ascensor, pero valdrá la pena trepar por las escaleras de mármol en algún momento para echar un vistazo a la hermosa arquitectura, los vitrales y sentirse por un momento en otro mundo. Cada dormitorio está decorado en el mismo estilo que todo el hotel, con alfombras mullidas, cortinas drapeadas y mobiliario vintage.
Grand Hotel Wagner. Las habitaciones se clasifican en clásicas, suites, de lujo y superior.
Una vez acomodados, la excelente ubicación del Gran Hotel Wagner en un céntrico barrio palermitano, anima a salir y recorrer a pie la zona en busca de un helado (dicen que los mejores de Italia). A solo 200 metros encontrarán el Antico Caffè Spinnato, una pastelería centenaria famosa por su cassata y sus cannoli. Desde allí pueden caminar hacia la Piazza Ruggero Settimo, donde verán el Teatro Politeama Garibaldi. En dirección opuesta, vayan hacia el Teatro Massimo, sobre la Piazza Giuseppe Verdi, y comiencen el recorrido por toda la zona histórica de Palermo. No teman perderse entre sus románticas y pintorescas callecitas, llenas de restaurantes al paso y pizzerías. Prueben los arancine y los panelle en la Via Maqueda, que los llevará hasta la plaza Pretoria, con la hermosa iglesia y convento de Santa Caterina (no dejen de probar sus dulces y licor artesanal de limón). Muy cerca de allí está la iglesia de Santa Maria dell’Ammiraglio (La Martorana) y la de San Cataldo, dos monumentos árabe-normandos del siglo XII. Para cerrar, en la noche, no dejen de probar el street food en La Vucciria… lo sentirán más que familiar.
¿Por qué vale la pena? Nos encantó que esté a solo 500 metros de la costa frente al mar Tirreno, ideal para recorrer a pie en las noches de verano. También su céntrica ubicación, cerca de la zona de tiendas de lujo y a menos de un kilómetro del centro histórico. Impresionante la cantidad de iglesias que podrán ver desde que salen del hotel hasta donde se ubica la catedral. Y luego de un agotador día de caminata, la comodidad en las habitaciones se agradece.
Grand Hotel Wagner. El desayuno buffet es variado y completo y se sirve en la terraza superior.
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