Y entonces, en tiempos de inmediatez y de lucha por impulsar a nuevas generaciones, ¿qué sucede por Perú y tierras vecinas? Hay talento, pero ese talento, ¿tiene ganas de escuchar o solo de compartir logros en redes para generar likes?.
Estuvimos por Milán para presenciar la final del S.Pellegrino Young Chef Academy Award 2022-2023. Fueron 15 finalistas y solo uno de Latinoamérica, el mexicano Erick Bautista. Además de necesitar más representatividad de la región, siento que las ganas de participar en este u otros concursos no es prioridad en estos sures. Así se pierde una oportunidad: la de retarse, la de medir el nivel de conocimiento, abrirse a otras culturas y recibir una crítica conocedora. Y entonces, en tiempos de inmediatez y de lucha por impulsar a nuevas generaciones, ¿qué sucede por Perú y tierras vecinas? Hay talento, pero ese talento, ¿tiene ganas de escuchar o solo de compartir logros en redes para generar likes?
“Más acciones que palabras, actuemos más y compartamos menos (en redes sociales). O comuniquemos lo que necesita ser dicho. Las redes nos permiten estar conectados, pero debemos tener cuidado con trivializar nuestro trabajo y la profundidad que podemos alcanzar. Debemos considerar que nuestros mensajes tienen que ser coherentes, alineados a nuestra filosofía y valores. La gente apreciará más la verdad y lo auténtico. Nuestra identidad como individuos y como comunidad, cuando se trata de trabajo en equipo, se debe preservar”. Con estas palabras Virgilio Martínez cerró su charla en la última edición del S.Pellegrino Young Chef Academy Award (SPYC) llevada a cabo en Milán hace unas semanas. “Compartamos menos en redes sociales” o cuidemos lo que compartimos, le dijo a un público integrado por jóvenes participantes, estudiantes, chefs, un gran jurado, periodistas e influencers de todo el mundo que asistieron a los dos días de competencia. Destapa así una puerta de algo que ocurre a diario en nuestras vidas, que nos empuja a solo leer titulares, a compartir hasta el café de la mañana en una foto y el porqué compramos una bicicleta roja o no. Fotos que provienen de un ecosistema intenso y repetitivo. La agenda pautada y no la propia. Todos caemos en eso alguna vez (o siempre) y, al minuto, una nueva publicación. Un nuevo espacio, un nuevo restaurante. Otra foto. Hablando desde el periodismo, ¿lo asimilamos? ¿Reflexionamos sobre lo que comemos? ¿O posteamos para quedar bien una recatafila de fotos que hacen saber que estuvimos, que no se nos pasó el evento, que somos parte? El FOMO (Fear of Missing Out) se desvanece y el JOMO (Joy of Missing Out) se nos despierta cada vez más. El cansancio. Y todo empieza de nuevo.
Esta reflexión dentro de un discurso que habló de equipo, sostenibilidad, regeneración y multiculuralidad, fue clave y se alinea con los cambios rápidos y brutales que estamos viendo en la gastronomía y en el periodismo gastronómico. Pero también es importante que ocurra en un evento que busca impulsar el deseo de crecimiento de jóvenes chefs del mundo entero, brindándoles la oportunidad de persistir en su carrera. Esta vez fueron 15 prometedores jóvenes, ganadores de la competencia en sus respectivas regiones, quienes pudieron compartir con cocineros y cocineras ya establecidos. El gran jurado estuvo integrado por Pía León (Perú), Riccardo Camanini (Italia), Hélène Darroze (Francia), Vicky Lau (Hong Kong) y Nancy Silverton (Estados Unidos), quienes evaluaron a conciencia cada plato. Si hay algo que sorprende en este nivel de competencia es la capacidad de concentración y enfoque, y los niveles técnicos que alcanzan los participantes. El tema esta vez conectaba más con las raíces y la seguridad que demostraron al hablar revela una crianza para la competencia que, salvo México y Brasil, Latinoamérica en general no tiene. “En el SPYC te encuentras con cocineros que tienen muchas ganas, técnica, con una historia de cada plato profunda y con sentido. Y te da algo de ilusión y de esperanza de que van por buen camino. Es también responsabilidad nuestra seguir motivándolos y dándoles visibilidad, y esta es una súper oportunidad que te permite conocer muchas culturas y te reta como cocinero. Hay que motivarlos, que confíen en lo que son y se lancen”, anota Pía León, miembro del Gran Jurado. No estamos acostumbrados a concursar y en los años que tiene el SPYC solo una peruana llegó a la final: María José Jordán (segundo puesto). Luego para los premios especiales han calificado Evans López (UK), Danitza Alpaca (España), Katherine Ríos (Italia) y Luis Huamaní (Qatar), todos peruanos viviendo en otros países.
No es que este concurso (u otro) defina el talento total de las nuevas generaciones, pero sí considero que es un reflejo de una posible falta de compromiso en Perú. O de miedo a medirse con países más entrenados. Hablo de cocineros y cocineras, porque en lo que se refiere a pastelería o cacao, por ejemplo, la cosa avanza mejor. Entonces, si retrocedemos a lo que comentaba en un principio de esta columna, ¿estamos viviendo tan rápido en todos los aspectos que hemos dejado de lado la capacidad de concentración y entendimiento? ¿Las redes sociales nos están haciendo daño al recibir siempre comentarios favorables y no aceptar ni un cuarto de crítica constructiva (no hablemos de haters, sino de comentarios para repensar)? En un concurso se analiza, se cuestiona, se interpela, ¿las nuevas generaciones, o en todo caso las no tan nuevas, de peruanos y otros latinoamericanos, son incapaces de ver más allá de los comentarios de una foto de Instagram? Todo esto me pregunto mientras nos siento cada vez más insertados, pero más desconectados de la lectura, del fogón, de la conversación, del intercambio sano. De la aceptación del error.
LOS DATOS CLAVE DE ESTA EDICIÓN
La ceremonia se llevó a cabo en Milán y es la quinta edición de la búsqueda de talentos creada por la Academia SPYC.
Nelson Freitas (Portugal), representante de los países ibéricos, ganó el Premio de la Academia SPYC 2023, con Mújol rojo crujiente, erizo de mar y ajo negro casero, concebido en colaboración con su mentor Filipe Carvalho.
Junto con el SPYC Academy Award se otorgaron tres premios colaterales para reflejar la creencia de S.Pellegrino en el poder transformador de la gastronomía y su impacto positivo en la sociedad a través de la comida. El Premio Fine Dining Lovers Food for Thought, votado por los lectores de Fine Dining Lovers, fue otorgado a Ian Goh con su plato Cordero de herencia. Liu He-Sen, con su plato Salsa de ostras casera con wagyu de Shandong, fue el ganador del Premio Acqua Panna Connection en Gastronomía. Artur Gomes con su Apio-nabo del Vale das Lobas recibió el Premio de Responsabilidad Social S.Pellegrino otorgado por la Asociación de Restaurantes Sostenibles.
Los aspectos más destacados de la SPYC Academy Award 2022-23 están disponibles en los canales de la Academia S.Pellegrino Joven Chef y Fine Dining Lovers. Para descubrir más sobre la emocionante búsqueda de talento, pueden visitar el link sanpellegrinoyoungchefacademy.com.
Etiquetas: spyc, s. pellegrino young chef academy, pía león, milán, virgilio martínez, columna, opinión, cuando tengo algo que decir
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