EL OJO DEL COMENSAL: EL BUEN DISFRUTE EN LA PLAZITA
Su amplia terraza descubierta da la sensación de un espacio cómodo, relajado y aireado para disfrutar en cualquiera de sus horarios.
Su amplia terraza descubierta da la sensación de un espacio cómodo, relajado y aireado para disfrutar en cualquiera de sus horarios.
Escribe Carlos Carlín (IG @carloscarlinof)
La Plazita, el restaurante dirigido por Coque Ossio, desde la entrada hace honor a su nombre. Su amplia terraza descubierta da la sensación de un espacio cómodo, relajado y aireado para disfrutar en cualquiera de sus horarios.
Lo primero que provoca al entrar es pedir una copa de vino o un aperitivo que nos prepare a ordenar los platos. Recomiendo el tinto de verano. Hacía mucho que no iba y esta vez decidimos en familia almorzar por el Día de la Madre, previa reserva claro, por que el tránsito de comensales es muy fluido y no solo en días de celebración.
Toca ordenar. Las entradas fueron croquetas de chorizo español, vitello tonatto y trío de causas. Los fondos, pescado al limón, risotto de conchas, lomo saltado y beef stragonoff. Para mí escogí una fideuá.
Probé de todos los platos y si tendría que volver a escoger iría por el risotto de conchas o el beef straganoff por sus sabores intensos. Realmente exquisitos. Los postres que cerraron la tarde fueron un cheesecake de frutos rojos y tarta catalana. Cada uno más rico que el otro. Extrañe las pizzas que he probado en otras oportunidades y que no dejaré de pedir cuando regrese.
Hay que agradecer la excelente atención del personal, detalle que a veces pasamos por alto, pero que es indispensable para conseguir una experiencia feliz. Especialmente a Christian y a Manuel Napán, que estuvieron pendientes de cada mesa con la misma dedicación.
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