CATA DE TURRONES 2025: DE LOS CLÁSICOS A LOS ARTESANALES, LO QUE VALE LA PENA PROBAR
Realizamos nuestra tradicional cata a ciegas de El Trinche, y ya estamos listos para iniciar el octubre con el mejor sabor tradicional.
Realizamos nuestra tradicional cata a ciegas de El Trinche, y ya estamos listos para iniciar el octubre con el mejor sabor tradicional.
Escribe Redacción El Trinche (IG @eltrinchecom)
Una de las catas de El Trinche más esperadas del año es la de turrón de Doña Pepa. Este año reunimos a un jurado integrado por cocineros, reposteros y periodistas, quienes aportaron una mirada fresca del postre tradicional. Compartimos con ustedes los resultados. De los que probamos, ¿cuáles son los mejores turrones de Doña Pepa que pueden encontrar en Lima este 2025?
El patio del museo Amano, en Miraflores, acoge hoy a ESE Café. Un lugar de paz, de afición por la vegetación y el buen café y chocolate que sirvió de escenario para la cata a ciegas de El Trinche, con más de 20 turrones de Doña Pepa en tres categorías: panadería y pastelería de alta rotación, turrones comerciales y artesanales. Nuestra cata 2025 convocó a Yahaira Solís del Señorío de Sulco, James Berckermeyer de Cosme, Michelle Sikic de Mérito, Marilú Madueño de Huaca Pucllana y Primos, Elena Santos Izquierdo de El Rincón que no Conoces, Michelle Gamardo y Felipe Garzón del Pregón de las Once, Elías Valdez de Acomer.pe, Annia Ortiz de Rafael, Issam Koteich del restaurante venezolano Cordero, y al turronero limeño Orlando Santana, además de varios periodistas gastronómicos.

Una conversación previa entre la chef Elena Santos, especialista en dulces de antaño, y la chef Marilú Madueño dio inicio a la experiencia y nos ilustró sobre las particularidades del turrón de Doña Pepa. “Se reconoce un buen turrón a la hora de probar la masa y notar el sabor de las especias, de la miel y el anís. Que se sienta que tiene la miel de frutas, pero que no sobreabunde ese sabor. Un turrón tradicional debería tener miel de chancaca, pero ya casi no se usa. Tienes que tener mucha especialidad para hacerlo”, señala Elena Santos. “Los palitos deben tener una textura suave y un color amarillo pálido. El dorado: que por afuera es más oscurito y por dentro más claro”, acota Marilú Madueño. «A la vista, se debe ver que es un turrón mojadito (de miel) y con las varillas uniformes. Luego, hay que probarlo. La textura de la miel, de la masa. Que no sea totalmente suave, sino también crocante. Que conserve la frescura”, agrega la jurado Yahaira Solís del Señorío de Sulco, cuyo turrón no fue parte de esta cata tras haber ganado en años anteriores.
Y es que en esta cata hemos probado los turrones que en anteriores ocasiones han llegado a la final pero no han logrado hacerse del número uno, para abrir el juego a otras propuestas. De este modo, NO han sido parte de esta cata el Señorío de Sulco, La Teoría de los Seis Cafés, Tanta, La Panettería e Italo. Aquí los comentarios de evaluación hechos por nuestro jurado en cada una de las tres categorías. ¿Los aspectos a evaluar? La masa, la miel, la presentación, las grageas y caramelos, pero también cómo estos aspectos se integran al degustarlos todos.
Los criterios de evaluación utilizados este año fueron el aspecto visual (color y uso de colorantes perceptibles a la vista), grageas y dulces (si la cantidad es excesiva, correcta o insuficiente), la textura de la masa al corte con el tenedor, la textura en boca, el sabor de la masa, la consistencia de la miel y su sabor (dulce equilibrado, amargo o ácido) y la calidad de los ingredientes según la degustación.
La decisión del jurado destacó la masa balanceada. Describió el turrón de la panadería, pastelería y cafetería Rovegno, como “el más agradable y balanceado”. Es de alta rotación y hay que comprarlo temprano, sale dos veces al día y se acaba a las horas. Los catadores destacaron el balance entre la masa y la miel, además de presentar un buen aspecto visual y tener una cantidad suficiente de grageas. Lo venden en cajas de aproximadamente 500 gramos a S/ 24.
Mención honrosa por las mismas razones: masa y miel. El balance de ingredientes de la panadería tradicional ubicada en Breña se preserva. Hay un toque de anís y textura suave, con una miel que no llega a empalagar. Fue destacado por nuestro jurado. A S/ 36 el kilo.
Belgravia. Una opción para matar el antojo con café. Al tener alta rotación, el turrón de esta panadería logra mantener una opción fresca. Además, la presentación es de agradable simetría. El kilo a S/ 39.90.
Nazarenas. Clásico del centro de Lima. La miel queda abajo del turrón y es densa. Su masa no fue consistente y visualmente tampoco llamó la atención. Sostenemos que la demanda de octubre los sobrepasa, pero también sabemos que muchos son fieles a este añoso y tradicional turrón y por los recuerdos, vale. El kilo está a S/ 22.
Pastipan. Mantiene su nivel como un turrón amable, de buena estructura y miel en su punto. Su masa bronceada, de buen color, siempre es recomendable. A S/ 43.90 el kilo.
San Martín. Frente a la plaza San Martín, esta panadería acomoda su turrón en una bandeja enorme en su ventana y de ahí lo corta en cada compra. Está fresco, sin embargo se podría aumentar la miel y aligerarla un poco. La masa quizá podría mejorar también. A S/ 40 el kilo.
Antigua Pastelería y Panadería Huérfanos. En la esquina de los jirones Azángaro y Puno, en el centro de Lima. Acá no solo se disfruta de buenas pastas y vinos, sino de una surtida panadería que ha mejorado con respecto a años anteriores (sus cachitos de mantequilla son deliciosos). Su turrón, que ha bajado la fragancia a azahar que le sentimos en años anteriores, es de masa suave y crocante. Trata así de recuperar viejas glorias. A S/ 39 el kilo.

SANTO DOMINGO, CON LA BENDICIÓN DEL CRISTO MORENO
Este es un turrón comercial, que se ofrece en un local ubicado en plena avenida Tacna, en la misma cuadra de la Iglesia Nazarenas. Destacado por nuestros especialistas también por sus palitos anchos, suaves y crocantes, y materia prima de una masa digna de mencionar. A S/ 20 el kilo.
ADEMÁS PROBAMOS (EN ORDEN ALFABÉTICO, NO ES UN RÁNKING)
Calderón. Muy buena presentación. La masa mantiene su sabor simple con una miel que podría tener un sabor a frutas más intenso. Se vende 900 gramos a S/ 17.50.
Don Víctor. Con más de 70 años de tradición. Este turrón de los hermanos Achicahuala lo venden en la bodega de doña Nelly, en la cuadra 4 de Jr. Chancay. Masa suave e intensa. Mantienen una buena propuesta calidad-precio y su receta original. El kilo está a S/ 26.
El Secreto de Doña Tila. Ofrece versiones de sus turrones con distintas frutas, como aguaymanto, maracuyá, naranja-limón y café. La intensidad es variada. El kilo está a S/ 26.
Isabel. Gloria, la hija de doña Isabel Gutiérrez, es ahora quien mantiene la receta de este turrón. Es bastante sencillo y tradicional. Masa suave, miel justa y bien repartida. A S/ 26 el kilo.
La Casa del Alfajor. La historia de esta marca es fuerte y recordada. Se está avanzando, hay que aclarar. La porción de turrón personal está S/ 9.90 y el kilo a S/ 48.90.
San José. Turrón que presenta grageas coloridas y llamativas. Tiene poca miel, aunque no a buen punto. La masa tiene ajonjolí y anís, pero no se siente fresca. A S/ 22 el kilo.

La producción de turrones artesanales es controlada y se ciñe al mes morado. Las propuestas no se alejan de la tradición ni de las pautas turroneras básicas. Los insumos suelen ser de muy buena calidad y los empaques perfectos para una celebración o si solo van a comprar una vez turrón en octubre y darse un gusto. A comparación de años anteriores, esta vez no hay primeros lugares, pero sí alguna mención honrosa. Creemos que hay que seguir trabajando en el esfuerzo de lograr planteamientos más sólidos, fuera de los que ya han destacado y esta vez no participaron.
MENCIÓN HONROSA
Grimmy. Un favorito de nuestros seguidores. De presentación y aspecto muy cuidados, los especialistas recomiendan que debería cuidar la materia grasa, sobre todo porque provocó un retrogusto extraño y para el precio no debería tenerlo. El kilo está en S/ 80.
ADEMÁS PROBAMOS (EN ORDEN ALFABÉTICO, NO ES UN RÁNKING)

Alanya. De acuerdo con los catadores, la repostería cumple con las expectativas y es agradable al gusto, pero podría mejorar su masa, pues es arenosa. Además, le faltaba miel. El precio por kilo es de S/ 80. Cada paquete pesa entre 470 y 500 gramos.
La Panadería del Country. Destaca su presentación y buena proporción de miel y masa alrededor de los bastones, lo que es un sello de autor junto con las abundantes grageas. Viene en muchas presentaciones centradas en nueces y ajonjolí. Nosotros probamos el clásico “Turrón del Country”, pero esta vez el horno les jugo una mala pasada y se sobretostaron los palitos. A S/ 55 la caja de medio kilo.
La Tapada. Comentada como el turrón con la presentación más tradicional. El producto de esta dulcería de antaño, como se hacen llamar, se consigue en el centro de Lima. Los catadores percibieron algo a cuidar respecto a la calidad de grasa utilizada. Se vende por porciones a S/ 9.
Talltu. El turrón del panadero Piero Linares tiene una miel un poco más espesa de lo normal, parecida a un gel de frutas. Esta interpretación personal tiene la masa en una pieza en lugar de bastones, lo que le permite tenerlo en distintos formatos sin que se quiebre. En su tienda se consigue en cajas de 750 gramos (S/ 60) y en porciones individuales de 120 gramos (S/ 10).
Estos turrones fueron degustados fuera de competición en esta cata. Pero resultó interesante conocer estas opciones para un nicho de consumidores específico. Aquí les compartimos las propuestas que probamos.
Kalatanta. Se destacó por una masa muy agradable y su miel con toque de membrillo. Aunque igual podría mejorar y balacear mejor, señalaron los expertos. Lo venden en porciones de 400 gramos a S/ 24.90.
Lola GF. Un turrón que se parece más al alfajor. Buena miel. De acuerdo con los catadores, podría mejorar mucho más. Cajita de 500 gramos a S/ 45.
Amaralia. Sus palitos están hechos con quinua, tarwi, yuca, arroz, aceite de oliva y endulzado con panela, higos, anís, ajonjolí y agua. Su miel es de frutas cítricas, frutos rojos, especias y panela. Precio por kilo S/ 50 endulzado con panela y S/ 83 endulzado con alulosa y Stevia.
Una vida gluten free. Su turrón está hecho sin gluten y sin lácteos. Los 500 gramos los venden a S/ 50 y la presentación de 370 gramos a S/ 30.
EL BONUS TRACK
Panchita. Se comentó durante la cata que el turrón presentado por el restaurante criolla es, más bien, un postre inspirado en el clásico turrón y que debe comerse fresco. Su presentación destaca por ser innovadora y, en lugar de grageas, lleva en la superficie una compota de frutas e higos. Precio por 750 gramos a S/ 54.
Para esta cata elegimos tres bebidas que acompañan de maravilla el turrón de Doña Pepa. Pensados para regalar, compartir en un almuerzo familiar o disfrutar de ese trocito mañanero.

Pisco Albilla de Bodega Murga. Esta bodega trabaja con mínima intervención. El vino base para este pisco gana robustez porque las pieles permenecen dos días, para luego pasar al destilado en alambique de cobre. Tras permanecer más de 30 meses en acero inoxidable, resulta un pisco brillante, con aroma a flores y hierbas que se funden con la miel del turrón. Con 44% de alcohol, sorprende por su entrada suave y ligeramente dulce. Limpia el paladar de el dulzor y delicada grasa del postre y aporta notas de cedrón, hierba luisa y un retrogusto a miel. Un bajativo perfecto para la mesa familiar o un regalo que evoca al Perú desde la distancia.
Café de especialidad de Neira Café Lab. Para el lonche, nada mejor que acompañar el turrón con café peruano. El barista Harry Neira nos recomendó dos opciones. La primera es Chabela, el blend de la casa que combina granos de Cajamarca, Villa Rica y Cusco. La segunda, para paladares curiosos, es un bourbon amarillo y rojo de Luis Huamán (La Coipa, Cajamarca). Tiene notas a higo, naranja confitada y un cuerpo cremoso. Ideal prepararlo en V60 u origami, acompaña de forma limpia la miel de frutas del turrón.

Chandon Rosé. Desde Argentina, un espumante suave y frutado que no falla en las celebraciones. Su frescura y burbuja limpia el paladar en cada bocado. Elaborado con Chardonnay y Pinot Noir, que aportan suavidad y sedosidad; y con Malbec, que le da el tono rosado y las notas de frutos rojos. Esta hecho con el método charmat, sus burbujas son potentes al servir y delicadas al beber. Perfectas para brindar por la familia, la tradición y la fe en el Señor de los Milagros.
ADVERTENCIA: TOMAR BEBIDAS ALCOHÓLICAS EN EXCESO ES DAÑINO
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