
TATIANA FLORES: EMBAJADORA DE LOS DESTILADOS
Su carrera es un cóctel donde equilibra la coctelería, la educación y la gestión gerencial.
Su carrera es un cóctel donde equilibra la coctelería, la educación y la gestión gerencial.
Escribe Soledad Marroquín Muñoz (IG @sol_marroquin)
Desde el otro lado de la barra, una bartender lanza su señuelo con esos ojos que regalan alegría desbordante. Lleva ya varios años en el rubro y es orgullosa embajadora de una marca que ha sabido rescatar el valor de los destilados nacionales con espíritu andino. Tatiana Flores es una de nuestras más destacadas barwoman, y va de barra en barra promoviendo la buena coctelería con insumos peruanos.
Tras una situación difícil, que le impedía seguir la carrera de cocina que tanto anhelaba, Tatiana Flores Escalante postuló a una beca en bar training, que ofrecía un instituto local. No lo dudó dos veces y dio este paso con la idea de poder trabajar en una barra para así ahorrar y pagar más adelante los ansiados estudios de gastronomía. En el camino descubrió el mundo líquido y se fue enamorando, especialmente, de la coctelería clásica. Entre prácticas y un poco de investigación (Tristan Stephenson y su “The Curious Bartender” fue una lectura básica para ella) aprendió, entre otras cosas, que un Martini debe ser delicado y sofisticado pero potente, y lo recomienda así desde que se instaló profesionalmente en una barra, ese espacio donde la mayoría siguen siendo varones.
Integrante de la nueva generación de bartenders del país y reconocida en 2017 como la primera mujer en ganar el Premio Luces a mejor bartender, sumó experiencia y demostró su estilo a su paso por barras de diversos restaurantes y bares de Lima. Trabajó en una sola barra hasta el 2020, cuando en plena pandemia recibió la llamada que le cambiaría las perspectivas, desde cusco pasó a formar parte de Destilería Andina.
Hoy, su alegría y sonrisa contagiantes recorren eventos colaborativos en barras de todo el Perú, donde su imagen como embajadora de Destilería Andina, se percibe en cada cóctel que prepara, con las notas herbales del Matacuy o la fuerza de la caña de altura de Salqa, siempre elegantes y alegres. Además no sólo está dedicada a la coctelería, sino que con estas marcas ha desarrollado habilidades gerenciales, experiencias que permite todas las gestiones comerciales en la capital peruana lo que enriquecen su estilo y la inspiran.
Words Soledad Marroquín (IG @sol_marroquin)
From the other side of the bar, a bartender casts her lure with eyes that radiate boundless joy. She’s been in the industry for several years and is a proud ambassador of a brand that has managed to rescue the value of national spirits with an Andean soul. Tatiana Flores is one of our most outstanding barwomen, moving from bar to bar promoting great cocktails made with Peruvian ingredients.
After facing a difficult situation that kept her from pursuing the culinary career she had long dreamed of, Tatiana Flores Escalante applied for a bar training scholarship offered by a local institute. She didn’t think twice and leaped, hoping to work behind a bar to save up and eventually pay for her culinary studies. Along the way, she discovered the world of spirits and fell in love—especially with classic cocktails. Through practice and some research (Tristan Stephenson’s The Curious Bartender was essential reading for her), she learned, among other things, that a Martini must be delicate and sophisticated yet powerful. That’s how she recommended it since she began working professionally behind the bar—a space dominated mainly by men.
A member of the country’s new generation of bartenders and recognized in 2017 as the first woman to win the Premio Luces for Best Bartender, she gained experience. She refined her style in various restaurants and bars across Lima. She worked behind a single bar until 2020, when, in the midst of the pandemic, she received a call that would change her perspective—leading her from Cusco to become part of Destilería Andina.
Today, her contagious joy and smile travel through collaborative events at bars all over Peru, where her presence as an ambassador for Destilería Andina is felt in every cocktail she prepares—whether through the herbal notes of Matacuy or the strength of high-altitude sugarcane from Salqa—always elegant and vibrant. But she is not only dedicated to mixology; through her work with these brands, she has also developed managerial skills and gained experience in handling all commercial operations in the Peruvian capital—experiences that enrich her style and continue to inspire her.
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