
EL OJO DEL COMENSAL: DODO DONUTS (TAMBIÉN HAY BOMBAS SALADAS)
Un nuevo proyecto de donuts genera filas, termina stocks y se convierte en una de las aperturas más comentadas del verano.
Un nuevo proyecto de donuts genera filas, termina stocks y se convierte en una de las aperturas más comentadas del verano.
Escribe Carlos Carlín (IG @carloscarlinof)
A diferencia del pájaro Dodo que, por no poder volar, desapareció por acción del hombre, Dodo Donuts ha despegado con buen viento desde su inauguración. Tal ha sido su éxito que en la primera semana quebraron stock.
Renato Peralta, experto panadero, es la cara visible del proyecto y ha venido desarrollando durante un año junto a sus socios, la chef Jimena Larrea y Fernando Penagos, además de Marlon Jurado, su mano derecha y jefe de panadería, una masa perfecta, más aireada de lo habitual y muy ligera, que se consigue con un proceso de fermentación de 48 horas, luego la congelación, la fermentación y el reposo. Pero hay un detalle en la preparación que es muy importante: al momento de freír el donut, el aceite no invade la masa y de ahí viene su ligereza para que no termine empachando a alguien como yo que, ahí no más, parado en la vereda y en las patas del pájaro Dodo, devoré cuatro donuts: dos dulces y las dos bombas saladas.
El espíritu de Renato, siempre dispuesto al juego, está presente, por ejemplo, en los diferentes stickers que los comensales pueden llevarse para coleccionar o en el enorme mural de la fachada creado por el exitoso tatuador peruano Stefano Alcántara: un gran dodo azul que pareciera hacer de la puerta del local, una invitación a la panza del ave. Es más, el proyecto quisiera que parte de las ganancias de la marca se destinen a la preservación de algún animal en peligro de extinción, como los delfines rosados o los pingüinos de Humboldt, pero eso será todavía más adelante. Por ahora pueden disfrutar Dodo Dunuts de 15 sabores, con rellenos y glaseados de origen natural. De frambuesa, limón con arándanos, de Nutella y más. Para mí las bombas saladas se convirtieron esa tarde en mis favoritas. De jamón y queso y de pesto. A pesar de que existen en otras partes del mundo, no recuerdo en Lima haber comido bombas así. Las bebidas para acompañar están muy bien escogidas y, si se demoran en ir, pierden.
Dodo Donuts. Calle 2 de Mayo, Miraflores. Abre de miércoles a domingo de 12:00 a 19:00 horas.
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