Escribe Melina Bertocchi / Fotos Difusión

Volver al país de origen luego de compartir su sazón en España por más de una década, es un logro para Carmen Delgado. Y si en Madrid hacía cocina peruana cuando pocos apostaban por ella, ahora en Miraflores hace cocina mediterránea para quienes quieran descubrirla. Un guiño a España con infaltables de la despensa local.

Carmen Delgado llegó a Madrid un buen día de 19 85, sin tener muy claro cuál sería su foco. En aquel momento su trabajo en Lima estaba enfocado en repostería. Hacía postres y tortas para cumpleaños, clientes privados. Así que eso lo replicó por allá. Comenzó de a poquito con una batidora de mano, un horno que luego se fue convirtiendo en cocina grande y un carro para hacer entregas a domicilio. Su negocio creció y llegó a hornear hasta 23 tortas al día.

Pero el tiempo pasó y la cocina peruana -aún poco conocida más allá de los “huariques” o restaurantes caseros, familiares- iba ganando adeptos. Así, Carmen decidió abrir su local. “Fui una de las primera en abrir un restaurante 100% peruano, con buena presentación”, asegura. Fueron varios años dedicados a cebiches, causas y a uno de los platos más populares allá, el lomo saltado con pastel de choclo.

Ahora Carmen está de vuelta en su Lima natal junto con Félix, su compañero de origen español con quien se casó hace pocos meses después de estar juntos 17 años. Él se encarga de los postres y ella de los salados. La dinámica de su cocina apunta más a lo mediterráneo, a lo español. Comida casera, cálida, sin pretensiones. Con una carta sencilla, breve, pero contundente. Su local abrió hace poco más de un mes, y ahí se despliega todo el encanto de las figuras artísticas que colecciona hace años. Mujeres en porcelana, así como originales soperas.

Algunos imperdibles cuando vayan son:

Gazpacho de mango: como el clásico español pero con el fruto tropical. Le añade dulzor, volumen sedoso sin perder la frescura y un ligero amargor final. Lo sirve con caviar de pimiento rojo y verde, para mayor textura y colorido.

Gazpacho de mango.

Pimientos de piquillo rellenos: plato confort food. Cálidos, cremosos, con un relleno de carne picada que pasa por una cocción lenta. Carmen los empaniza con una capa delgada de pan rallado y huevo. Dejan con ganas de más.

Carpaccio de tomate y aceite de oliva: oda a la ciudad española de Almería. Carmen usa el tomate grande, lo corona con una especie de chutney de pimientos rojos, y encima coloca helado de aceite de oliva. Es uno de los más pedidos. Delicado con un punto dulce.

La Gorda. General Borgoño, 286, Miraflores / T. 447-4941 / Horario: de lunes a sábado de 12:30 a 16:00 y de 20:00 a 23:00 horas

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