PATRICIA EXEBIO: “ESTAMOS LLENOS DE HISTORIAS Y SON TIEMPOS DE VÉRTIGO”

Escribe Paola Miglio (I. @paola.miglio) / Fotos Retrato Stephania Corpi

El trabajo de Patricia Exebio se alimenta de su entorno. Del mundo. De imágenes, charlas, sensaciones, sabores, colores. Es una mujer que ha sabido cómo absorber con paciencia cada detalle para transformarlo en pequeñas piezas de arte y comunicar con la palabra precisa. Diseñadora y directora de arte, dueña de Exebio Team, la pandemia le ha servido para reafirmar pasiones y reconfigurar propuestas. Todo cambia y nos alimenta el exterior.

El estudio de Patricia Exebio cumple nueve años. Recuerda sus pininos restauranteros, con Cala y Rafael. Siempre le rondó esa afición por el buen comer, era un tema que tenía visualizado. De repente, las cartas se comienzan a volver un objeto de deseo y el branding de restaurantes pasa a ser una narrativa visual del concepto. “No solo una idea creativa, sino un ecosistema que incluye arquitectura, sabores, cómo viste el servicio, comportamiento”, cuenta Patricia Exebio, Directora de Exebio Team. Arranca la comunicación en redes sociales y la fotografía pasa a ser parte de la historia. “Hace 15 años me pedían un loguito, ahora hacemos sesiones de trabajo para ver cómo ser distintos, no solo lindos y ricos, sino funcionales y versátiles. Esto ha pasado de ser un trabajo uni a multisciplinario, que nos ha empujado a buscar innovación”, afirma. El despegue culinario de nuestro país aportó. Generó la necesidad de diferenciarse: “Las marcas buscan ser deseables. La narrativa multicanal forma parte de una memoria de sabores, de lo que vives, dónde estás, qué te llevaste”.

Cuando empezó la pandemia, recuerda Patricia, algunas personas la llamaron muy solidarias, pero tampoco tanto. ¿Qué iba a hacer? Restaurantes cerrados. ¿Cuándo se abre esto? Clientes en fuga. Se asustó, pero también recordó algo que siempre ha sido como una ley para ella desde que comenzó como emprendedora: “es como estar parado en una cornisa, miras el piso para ver qué espacio te queda o cuánto cedes, o no miras y no calculas y te caes”. Después de unos días oscuros, de esos que varios tuvimos y seguimos teniendo, pensó que quizá habría que comenzar de nuevo. “Mierda, otra vez. Nos toca proteger a nuestra gente. Lo que hacemos no es de primera necesidad y eso disparó una idea: sí lo es, porque nosotros vamos a tener que visibilizar historias, comunicar, transformar”.

¿Cómo despertaste? Comencé a llamar a mis clientes. Cada uno a su tiempo. Cada uno tiene su propia velocidad y al final funcionas con lo que te dicta tu tripa, tu estómago. Algunos decidieron lanzarse más rápido al ruedo y se equivocaron más, y eso cuesta; otros esperaron un poco.

El lujo como lo conocíamos ha cambiado y lo que se comunica en gastronomía está lleno de cierta suntuosidad y estilo. Sí, ahora el lujo es estar seguro, sano, con comida en casa y tener a la familia al lado. Seres que han estado solos, que la han pasado mal, se han construido una red de sostén muy importante. Ver todo caerse fue duro y entonces lo que te sostiene es esta red y esa oportunidad de construir una nueva memoria colectiva desde un evento tan drástico. No hay nadie que no se haya visto afectado. Ahora disfrutamos más esos pequeños placeres que antes dábamos por sentados. Eso es el lujo de hoy. Ya no hay lugar para egos. Eso ya no existe más.

Pero hay vértigo. Sí. Entonces te calmas, respiras y superas. Miras los números hasta que ellos te hablan y entiendes el ritmo de tu negocio. Y eso es lo que se aconseja un poco: supera tus náuseas y busca una solución para ayudar a reactivar, porque esto aún no acaba.

Tu trabajo es mucho de escuchar y observar. La comida entra por el olfato y el gusto, cómo comunicarla solo con lo visual al armar una marca. Hay cosas que disparan a distintas casillas de tu cabeza. La música, el olfato, nuestros sentidos se comienzan a agudizar, y más aún si estas encerrado. Recuerdo lo feliz que me he sentido en algunos lugares y eso me traslada. Vuelvo a ir mentalmente cada vez que se puede. Hay que enfocarse en el smart design, un producto súper inteligente. Son tiempos que te siguen retando, porque no solo se trata de subsistir sino también de pensar en el ambiente, en la seguridad de los demás. Generar empatía. Tus tiempos ya no son solo tuyos, son los de todos.

La tecnología ayudó mucho y está siendo una herramienta básica para comunicar. Estamos trabajando con compañías digitales de tracking de producto, para saber en que etapa de producción o delivery esta nuestro pedido. Hemos tenido una transformación brutal, cambiar el chip y entender la evolución del ecosistema; cosas que no tienen que imprimirse, sino que tienen que ver con otros intereses y estímulos, hay un consumidor de 20 y es postpandémico. La tecnología vista desde la parte volumétrica y cómo van a llegar las cosas. Dependiendo del tipo de experiencia, lo restaurantes abren y mucha gente se queda pegada en la seguridad y en criterios como qué cosa es lo que estás comiendo, su origen. Nuestro poder como comunidad está en preocuparnos por esto y apretar a las grandes empresas para que mejoren sus productos. Es súper importante estar al día con las tendencias e innovar. Por ejemplo, reciclar ya no es una cosa loca, es un acto de responsabilidad. Tenemos que volver a conectarnos con los problemas actuales. A nivel restaurantes hay que entender las tendencias locales y dejar de mirar solo lo que hay fuera. Abrir estas cajas con maravillas que no se han mostrado y empezar a explorar, sorprendernos.