ENTREVISTA A NARDA LEPES: “LAS MUJERES CADA VEZ SOMOS MÁS VISIBLES EN GASTRONOMÍA”

Escribe Vanessa Rolfini (@rutasgolosas)

La argentina Narda Lepes ha sido galardonada en 2020 como la mejor chef mujer de Latinoamérica por la organización 50 Best Latam. Un reconocimiento al trabajo y trayectoria dentro y fuera de la cocina, que recibirá oficialmente el 3 de diciembre en la ceremonia virtual del anuncio de la lista.

La argentina Narda Lepes este año se ha alzado con el reconocimiento que Latin America´s 50 Best Restaurant como mejor chef mujer en 2020. Este galardón cuenta entre sus predecesoras con la chilena Carolina Bazán, la colombiana Leonor Espinosa y la peruana Pía León. “Somos muy distintas entre nosotras y a la vez tenemos mucho en común, pero esto es señal de que las mujeres cada vez somos más visibles en gastronomía, aunque todavía hay muchas barreras”, comenta la chef.

Narda adquirió notoriedad desde la televisión, sus programas han abarcado desde crónicas viajeras, pasando por distintos aspectos de la cocina, pero todos tienen algo en común: la voz fuerte y clara de la cocinera austral que no pierde oportunidad de expresar sus convicciones sobre la buena mesa, la alimentación balanceada, el placer de comer y la concientización sobre la responsabilidad individual y social que tenemos con cada bocado que nos llevamos a la boca.

Actualmente está al frente de Narda Comedor, que describe como “un lugar donde buscamos que los comensales se sientan a gusto con lo que comen, donde cada plato muestra el trabajo que nos rodea, que no sientas pesadez después de comer. No intento intelectualizar la comida, rescato el producto de todos los días, las recetas de las madres, que se sienta placer. Este año el valor de las cosas se replanteó. Le dediqué el tiempo de la cuarentena a terminar una aplicación de celular, mi próximo libro y a mantener a flote el Comedor. Toda mi energía ha estado puesta en eso”, afirma.

A PEDIR DE BOCA

¿Qué es lo más difícil de hacer TV? Entender los tiempos para que no sobre ni falte nada. A no decir boludeces (tonterías).
¿Qué significa ser activista alimentaria? Defender lo que me importa, aunque me digan que no me conviene. Llegué a sentirme muy sola, pero las cosas han cambiado y ahora somos muchos.
¿Qué no te gusta comer? Hígado de vaca, sesos, riñones y caracoles de tierra.
Un pecado culposo culinario (confesable). Nachos de los que vienen en bolsa y papas fritas con kétchup y vinagre.
¿Un vicio? No tengo una personalidad dada a las adicciones. Me gusta comer rico. ¡Ah! El chocolate.
Un pendiente culinario. Ir a Georgia, hasta perdí un boleto para allá por esto de la pandemia. Me gustan esos lugares donde se unen grandes culturas, en este caso Europa y Asia.
Una lección que aprendiste con dolor. A decir que no.
Un consejo que siempre das. Tu valor como líder en la cocina no se mide por el peso físico que puedas levantar.
Un consejo que recibiste y siempre tienes presente. Un poco en contradicción al anterior, uno que me dio mi padre: “Hazlo si tienes ganas de hacerlo. Uno sabe cuándo está preparado”.
¿Qué lees? Muy variado, pero me gustan mucho los ensayos sobre de historia de la alimentación y avances científicos. Lo más reciente que he leído es el coreano Byung Chul Han.
¿Qué música escuchas? De todo entre lo nuevo y lo viejo. Con mi hija escucho a Wos, pero a su vez le muestro a ella los clásicos.
Cantas, bailas, pintas, escribes …. Bailo, dibujo y pinto con acuarela. Pero todo por higiene mental.
¿Cuántas horas duermes al día?Duermo bien, pero me acuesto y levanto muy temprano.
¿Un restaurante y un comedor son sinónimos? Un restaurante es más formal. En el Comedor, por ejemplo, usamos materiales que transmiten calidez, no son lujosos. También es más relajado y la propuesta de la cocina es estacional.

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